Esta historia fué enviada a mi correo electronico por un amigo quién me dió el consentimiento para publicarla en cualquiera de mis paginas web.
No creia en los fantasmas, espectros, o apariciones, pero en febrero del 2001 cambié de parecer.
El incidente sucedió una noche mientras caminaba por una carretera de una pequeña comunidad rural de la provincia de Santiago, República Dominicana. Un amigo y yo regresabamos a nuestras casas luego de visitar una amiga como en eso de las 11 y pico de la noche.
Veniamos hablando de la Serie del Caribe 2001 que habia empezado esa misma noche en Culiacan, Mexico, cuando de repente se escuchó un fuerte ruido en el canal que va paralelo al camino, como si alguien se hubiese dado un chapuzón en el canal. Nos sorprendimos un poco, pero no hicimos caso ya que creimos que pudo haber sido un sapo.
Caminamos unos cuantos metros más, hablando de las posibilidades de que las Aguilas del Cibao ganaran la serie, cuando de repente siento un frio inmenso en mi lado derecho que me puso la piel de gallina, pero no le puse mucho caso. Seguiamos caminando y hablando sobre la Serie del Caribe, cuando de repente vuelvo a sentir otra vez el frio en mi brazo y hombro derecho, pero esta vez con más intensidad que la ultima. Mi amigo miró hacia mi y dió un grito de esos que dan escalofríos, pero más escalofrios me dieron a mi cuando vi esa cosa flotando a mi derecha, como la forma de una niña sin rostro.
Era una forma humana como hecha de humo grís opaco que flotaba, la cual se detuvo bruscamente a la par de un arbol de aguacate a la orilla del camino. Yo quedé congelado en ese momento, pues no queria seguir viendo, pero la curiosidad me dominaba y seguí viendo esta cosa espantosa.
Esa cosa parecia no tener rostro sino que tenia en vez un profundo y oscuro vacio que aturdia levemente mis sentidos al mirarle, pero justamente en ese instante mi amigo sale corriendo asustado y esa aparición salió como alma que lleva el diablo, a una velocidad increible, hacia la cima de un cerro al otro lado del canal.
Mis ojos se aguaron en ese momento y queria salir huyendo, pero mis rodillas se flojaron y mi cuerpo se negaba a responderme adecuadamente. Temblaba y sentia ardor, calor y frio en mi cuerpo debido a la adrenalina. Mi amigo se detubo y regresó hacia mi a darme ánimo para ayudarme a salir del estado shock en el que me encontraba.
Al llegar a nuestras casas le contamos lo que habia sucedido a nuestra familia, pero nadie nos creyó. Al otro dia fuimos el hazme reir de todos en la comunidad, pues algunos decian que era que estabamos borrachos y estabamos alucinando, pero en realidad no lo estabamos.
Casi seis años más tarde por ese mismo lugar pasaba un señor en su motoconcho (Moto Taxi) a eso de las 7 y tantos minutos de la noche, quién regresaba a su parada de motoconcho después de haber llevado a un pasajero a su casa en esa comunidad. Al pasar por allí el señor sintió que su moto se hizo pesada en la parte atrás, como si hubiera alguien sentado. El motoconchista se detuvo, y miró hacia atrás y no vió a nadie, pero cuando se iba, su motor se le apagó y no queria arrancar. Dice que cuando estaba intentando encender la moto escuchó un fuerte chapuzón en el canal, y que cuando votió a ver se llevó el susto de su vida, pues del otro lado del canal estaba flotando la fiugra de una niña con forma de fantasma, la cual parecia que estuviera mirando en dirección hacia el. El hombre salió corriendo asustado y dejó la moto tirada en el medio del camino y fué a pedir ayuda las casas más cercana. El hombre le describió la extraña figura que vió a quienes salieron a socorrerlo; se moria del susto.
Describió una figura que se parecia a la forma de una niña, como si estuviera hecha de humo y que no tenia rostro. Una señora de edad avanzada que se encontraba en la casa donde fué a parar el hombre le dijo que esa misma cosa ya habia espantado a dos muchachos ( Mi amigo y yo) hace unos años, y que nadie creyó la historia, pero ella afirmó que sí es cierto, porque a ella misma en plena luz del dia, hace más de treinta años se le apareció una forma de niña sin rostro a la par del canal. El hombre juró que jamás voveria a este lugar. Yo sin embargo, camino a diario por ese camino enpolvado y no he vuelto a sentir ni a ver nada extraño o sobrenatural gracias a Dios. José