El FMI suaviza levemente la caída del PIB español durante el próximo año hasta el -0,7%
Cuando una historia consigue atravesar el rocoso muro de la economía e instalarse en la cultura popular es capaz de explicar extraordinarios ciclos de bonanza, incomprensibles burbujas y, sobre todo, los posteriores -y fenomenales- pinchazos. España confirma esa pulsión de la economía por contar historias: el largo final de una época negra, del franquismo, dejó hondas secuelas en la crisis industrial de los años ochenta; la cultura del pelotazo y la fama de los tiburones financieros cuenta mucho del batacazo de los años noventa. Y el extraordinario y prolongado éxito de los últimos 15 años se basaba en la creencia -o la fe- de que esta vez era diferente, de que el sensacional atractivo de España apuntalaba una época dorada en la que los precios de la vivienda no podían bajar. Más dura será la caída: el Fondo Monetario Internacional (FMI) coloca un sonoro punto final a ese relato y confirma los peores augurios: pronostica que España será la única de las 15 mayores economías del mundo que seguirá en recesión el año próximo
"España saldrá de la recesión como el resto de los países europeos", aseguró el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en Nueva York hace apenas una semana. Si las previsiones del FMI aciertan, la realidad enturbia de lo lindo ese deseo. Sólo Irlanda, dentro de la zona euro, lo hará peor en 2010. El PIB español caerá el 3,8% este año y el 0,7% el año próximo, lo que supone una ligera mejoría de una décima respecto a los pronósticos de hace seis meses, pero muy por debajo del optimismo del FMI para el resto de las grandes economías del mundo, para las que ha realizado correcciones más positivas.
"El desafío es sostener la recuperación"
"La recuperación ha comenzado", abre fuego el informe sobre previsiones económicas del Fondo, presentado hoy en Turquía por el economista jefe, el francés Olivier Blanchard. "El desafío es sostenerla". Y sin embargo, la alquimia estadística del FMI tiene muy poca magia en el caso español: a esa caída de riqueza -que supone el final de una época en términos de convergencia con Europa-, la economía española suma unos números de pesadilla en el mercado laboral, con el desempleo en el 20,2% en ese fatídico 2010. El reventón inmobiliario, detonado tras el huracán financiero internacional y en el que no descarta "grandes" caídas adicionales, explica en torno a la mitad de la destrucción de empleo.
El nivel de pesimismo del Fondo depende de que un país cumpla alguna de las tres características que lo pueden dejar a la intemperie ante el vendaval de la crisis: la recesión será más dura y conllevará más desempleo "en las economías que hayan experimentado un boom del crédito, una burbuja inmobiliaria o grandes déficit por cuenta corriente". España cumple las tres premisas. Sólo Estados Unidos y el Reino Unido hacen también triplete. Pero la economía estadounidense crecerá el 1,5% el año próximo, y la británica casi el 1%: los países anglosajones suelen recuperarse de los fracasos de forma fulminante.
No son buenas noticias para España. Y sin embargo la economía española puede beneficiarse de la vuelta al crecimiento de la economía global el próximo año, con avances del 3,1%, liderados por Asia frente a la atonía europea. El Fondo constata que la confianza de los mercados financieros y el apetito por el riesgo han rebotado, y mejora sustancialmente las previsiones del informe de primavera -a excepción del caso español y de algún otro-, con avances mucho más discretos pese a los progresos generales.
Turno de los mercados emergentes
Hay varias razones para el optimismo para con la economía internacional: los mercados emergentes navegan en aguas más tranquilas que hace unos meses. En especial la economía china, que si se enfrenta a algún riesgo es al de una burbuja de activos. Y las fenomenales ayudas públicas "han estabilizado el sector financiero y han eliminado el riesgo de una depresión global", según el estudio del Fondo, que destaca también notables desafíos: la reactivación será lenta -y extremadamente lenta en algunos casos-, e insuficiente para reducir el desempleo; y la falta de crédito frena la recuperación tanto en Europa como en Estados Unidos.
"Es muy pronto para retirar estímulos", asegura el FMI sólo unos días después de las subidas fiscales anunciadas por la vicepresidenta económica, Elena Salgado. El Fondo aplaude precisamente la magnitud de los estímulos fiscales en España, Reino Unido y Alemania, y deja también alguna buena noticia: el déficit por cuenta corriente (resultado de restar exportaciones e importaciones, grosso modo) se moderará hasta caer en torno al 5% del PIB en 2010, la mitad del registrado en los años de excesos.
La salida de la crisis de Alemania y Francia también beneficiará las ventas al exterior españolas. Pese a las deficiencias del mercado laboral -la tasa de paro duplica la de las principales economías-, la productividad se mantiene y las empresas españolas no han perdido mercados. Son varios factores que alientan cierto optimismo, la posibilidad de construir una de esas historias que insuflen confianza e impulsen a la economía a una nueva era (como apuntan George Akerloff y Robert Shiller en Animal Spirits). Pero que al menos por ahora no consiguen abrirse paso en el FMI, que se decanta por un horizonte económico complicado para España.
Fuente: EL PAIS - www.elpais.com