El candidato del Frente Amplio tendrá que disputar una segunda vuelta contra el ex presidente Lacalle. Por SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ
El ex dirigente tupamaro y ex ministro de Agricultura José, Pepe, Mujica, de 74 años, resultó ayer vencedor en las elecciones presidenciales uruguayas, pero no alcanzó la mayoría absoluta requerida y tendrá que acudir a una segunda vuelta, a finales de noviembre, según aseguran los resultados oficiales con el 80% de los votos escrutados y según reconoció el propio Mujica.
El candidato del Frente Amplio, que aglutina a toda la izquierda, tendrá que competir con Luís Alberto Lacalle, de 68 años, candidato del Partido Nacional o Blanco, que, aunque ha sufrido una considerable pérdida de votos, ha quedado en segundo lugar y que, para la segunda vuelta contará con el apoyo del tercer clasificado, Pedro Bordaberry, del Partido Colorado.
Según los datos de la Corte Electoral, tras computarse el 82% de los votos emitidos, el Frente Amplio obtiene 46,5%, el Partido Nacional el 30,% y el Partido Colorado el 17,5%. El resultado del Frente Amplio hace bailar la mayoría parlamentaria en el Congreso (99 diputados) y el Senado (30 escaños).
Los uruguayos rechazaron ayer al mismo tiempo en dos importantes referendos anular la Ley de Caducidad, que impide a la justicia procesar a los militares y miembros de las fuerzas de seguridad acusados de graves violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de 1973-1985, y autorizar el voto por correo de los emigrantes. Más de 500.000 uruguayos, sobre una población total de 3,3 millones de habitantes, residen fuera del país (un 17% en España). "Asumimos la decisión del pueblo uruguayo", aseguró el candidato a vicepresidente, Danilo Astori.
Los responsables del FA, que no ocultaban su relativa decepción por los resultados de la jornada, hicieron sin embargo hincapié en que la suma de los dos partidos opositores no será suficiente para impedirles alzarse en noviembre con un segundo mandato presidencial, esta vez por mayoría simple. "En noviembre, el país tendrá que decidir en un plebiscito qué modelo quiere, si el que representa el Frente o el que significa la derecha. Será una decisión clara y directa", aseguró Astori.
Tabaré Vázquez abandonará el cargo
Una victoria a la primera hubiera dado un renovado impulso dentro del propio Frente a la controvertida figura de Pepe Mujica, a quien sectores del FA reprochan haber cometido demasiados errores durante la campaña electoral. La necesidad de ir a una segunda vuelta agrandará la figura de su predecesor, el actual presidente, Tabaré Vázquez, que abandona el cargo de acuerdo con la Constitución pero que conserva niveles de popularidad superiores al 60%. Vázquez no negó ayer la posibilidad de volver a ser candidato en 2014: "Manda la biología", aseguró el presidente, de 69 años. Al lado del colegio donde votó, en Montevideo, aparecieron pintadas con el lema "Tabaré, 2014". Para saber el papel de Tabaré Vázquez dentro de Frente, como un posible poder en la sombra, habrá que esperar también a saber la composición exacta del Parlamento y los equilibrios de poder dentro del FA.
Para la oposición, por su parte, lo más importante era mejorar los niveles de voto, estancados desde hace más de cuatro años. La realidad es que Lacalle, que fue presidente de 1990 a 1995 y representa al neoliberalismo, se ha dado un fuerte batacazo en estas elecciones, perdiendo mas de cinco puntos, que han ido a engrosar las filas de Pedro Bordaberry, hijo del dictador del mismo apellido, al frente del Partido Colorado, en franca recuperación.
Pese a los ataques personales cruzados en la última semana, (Lacalle llegó a decir que Mujica tenía un pasado terrorista y éste le reprochó ser "un patricio" que ignora lo que le pasa a los ciudadanos normales), la campaña uruguaya se ha desarrollado en un ambiente pacífico con tenderetes de los distintos partidos compartiendo espacio y música en el paseo que bordea el enorme río de la Plata. Pepe Mujica ya anunció que, fuera cual fuera su mayoría, estaría dispuesto a llegar a pactos nacionales con las otras fuerzas políticas, sobre todo en el campo de la educación y la sanidad. Lo que antes era una virtud, ahora puede ser una necesidad.
Fuente: EL PAIS